Yoga: todos los ejercicios de purificación útiles para relajarse

Lo hemos visto en las diversas disciplinas más suaves como el yoga, pilates, gimnasia postural, la respiración es importanteToda la sesión de actividad gira en torno a ella. Partimos de cuatro fases fundamentales de la respiración en el yoga y luego pasamos a ejercicios de purificación para alcanzar un nivel muy alto de relajación total tanto corporal como mental.

Las fases de la respiración yoga: suspensión de la respiración

La primera fase de la respiración implica la suspensión de la respiración . Siéntese o párese derecho. Respire lentamente con normalidad. Exhala lentamente, vaciando completamente los pulmones. Mantenga la suspensión de la respiración y retire el abdomen hacia la columna.

Una fase de mantenimiento sigue a esta fase. Permanezca en respiración suspendida durante 10 a 20 segundos. Comience con 10, agregando cinco más cada semana, hasta un máximo de 20 segundos. Repite el ejercicio de cinco a diez veces.

Las ventajas de esta respiración basada en la suspensión de la respiración radica en que la circulación y la sangre están depuradas. Tendrá más energía y aumentará su apetito. Fortalecerás el estómago y activarás el colon. No se recomienda la respiración para quienes padecen debilidad cardíaca.

Inspiración total

Aquí todo lo que tienes que hacer es exhalar, vaciando completamente tus pulmones. Luego, inhale lentamente, controlando los músculos abdominales, hasta que los pulmones estén completamente llenos. Luego, exhale con un ritmo largo. Las primeras veces, inhale durante cinco segundos; agregue cinco más cada semana, hasta un máximo de 20. Repita el ejercicio de cinco a diez veces. Gracias a este tipo de respiración eliminarás el cansancio del día, y podrás calmar tu sistema nervioso para una mayor oxigenación.

Es preferible practicar este tipo de respiración por la noche. También podrá aumentar la circulación abdominal y es muy útil en caso de problemas cardíacos, pulmonares y estomacales.

Retención de la respiración

Para realizar este tipo de respiración, inhale lentamente por la nariz, controlando los músculos abdominales, hasta por ocho segundos. Mantenga el aire el doble de tiempo que la inspiración. Exhala lentamente. En la fase de mantenimiento, la retención debe ser el doble de la inspiración. Comience con 10 segundos, agregando cinco más por semana, hasta un máximo de 20. Repita el ejercicio de cinco a 10 veces.

Gracias a esta respiración, al aumentar la formación de dióxido de carbono, generarás un estímulo que aumenta el intercambio de oxígeno. Disfrutará de la calma en todo el sistema nervioso y ralentizará considerablemente su ritmo cardíaco.

Exhalación completa

Pero en una exhalación completa, inhale normalmente, luego contenga la respiración. Exhala muy lentamente, con un ritmo constante.

Para mantener la respiración, exhale inicialmente durante 10 segundos, agregando cinco más cada semana, hasta un máximo de 20. Continúe repitiendo el ejercicio de cinco a 10 veces. Gracias a esta respiración se purificará el organismo porque el dióxido de carbono será expulsado por completo.

La concentración es fundamental

Durante la práctica de la respiración, puedes contar los mantras las primeras veces. A partir de entonces, la práctica debe ocupar un segundo lugar. Existen varios métodos, por ejemplo se puede contar el tiempo para pronunciar una vocal de fecha o de origen, sílaba sagrada del hinduismo y el budismo, o para bajar los párpados, para girar la cabeza y así sucesivamente.

Esto permite cierta precisión. Para realizar este procedimiento, debe entrenarse previamente fijando el segundero de un reloj para adquirir la hora correcta. Este sistema también se puede utilizar durante la duración de las Asanas. 

A pesar de la eficacia del método, debe tenerse en cuenta que cada individuo posee capacidades y necesidades fisiológicas peculiares.

 Sin embargo, se dan proporciones básicas entre la duración de la inspiración, la retención y la espiración: una proporción que luego aumenta gradualmente al aumentar la capacidad de la persona que hace ejercicio.