Las habilidades interpersonales en el entorno laboral

La comunicación interpersonal es un elemento clave en las habilidades interpersonales. Lo anterior puede parecer confuso, y para aclararlo debemos comenzar por precisar cada término.

Se define como comunicación interpersonal al intercambio de mensajes entre dos o más personas. En la mayoría de los casos, supone la coexistencia espacio-temporal de emisor y receptor, aunque esta puede ser mediada por la tecnología. Además, para ser efectiva, requiere que los individuos compartan un código de significados. Este no se limita al lenguaje verbal, pues también incluye otros elementos como la proxémica, el contexto y el lenguaje corporal.

¿Qué son las habilidades interpersonales?

Ahora que ya tenemos claro el concepto de comunicación interpersonal, podemos comenzar a explorar el tema de las habilidades interpersonales. Estas se refieren a los comportamientos y hábitos que posibilitan la interacción entre los individuos. Implican tanto la comunicación interpersonal como el establecimiento de relaciones o dinámicas interdependientes entre los participantes.

Cabe destacar que las habilidades interpersonales son una combinación de aspectos innatos de la personalidad y conductas aprendidas.

En el entorno laboral, estas habilidades son muy apreciadas, pues constituyen los pilares del trabajo en equipo. Por ello, pueden convertirse en una ventaja competitiva y contribuir significativamente al avance profesional.

¿Por qué son importantes las habilidades interpersonales?

La dinámica organizacional es cada día más compleja, pues debe adaptarse a las exigencias de una sociedad cambiante. Esto impacta en las estructuras productivas, alterando las formas de trabajo y las relaciones laborales.

Actualmente, el modelo colaborativo impera en muchos sectores donde hasta hace poco reinaba el trabajo individual. La construcción de conocimiento se parece a un rompecabezas en el cual diversos expertos colocan una pieza. En consecuencia, es indispensable que las personas sean capaces de entender y aceptar diferentes enfoques.

A modo de ejemplo, lejos quedó la imagen del científico aislado en un laboratorio. Hoy, para que las investigaciones prosperen y contribuyan a mejorar la vida de todos, es necesaria la participación de muchas otras disciplinas. Será necesario recabar y administrar recursos, garantizar líneas de producción y canales de distribución que lleven los productos al mercado.

Sin la adecuada sinergia, difícilmente una innovación llegaría a buen término. Cada área funcional tiene su peso propio y todos los involucrados deben aceptar y valorar el aporte de los demás.

Algunos ejemplos de habilidades interpersonales

Las habilidades interpersonales se inscriben en las llamadas soft skills o habilidades blandas. Una de sus características es que se trata de habilidades transversales. Es decir, a diferencia de las habilidades técnicas o duras, que suelen ser muy específicas, estas son fácilmente transferibles entre distintas industrias y posiciones.

En virtud de esto, pueden convertirse en tu activo más valioso. En un proceso de selección podrían ser el elemento diferenciador entre tú y otro candidato con experiencia y capacidades equivalentes. Los reclutadores saben que las personas con habilidades interpersonales sólidas crean ambientes de trabajo más positivos y eficientes.

A continuación, enumeramos y explicamos algunas de las habilidades interpersonales más valoradas por las organizaciones.

Escucha activa

La escucha activa implica el esfuerzo y voluntad de entender al otro. Va más allá de la simple decodificación de un mensaje específico, pues busca entender las motivaciones subyacentes que forman el trasfondo de lo expresado. Requiere una atención plena y la capacidad de despojarse de preconceptos y valoraciones propias.

Para facilitar la escucha activa, concéntrate en la persona que habla y olvida por un momento cualquier distracción. Deja cualquier distracción y demuéstrale a la otra persona que te interesa lo que tiene que decir. Repasa en tu mente el contexto del mensaje, las motivaciones y los posibles resultados esperados por el interlocutor.

Confiabilidad

Las personas fiables son aquellas en las que se puede confiar en cualquier situación. Son individuos autónomos, pues cumplen con sus compromisos y responsabilidades sin necesidad de una supervisión constante. Engloban cualidades como la honestidad, puntualidad e integridad.

Empatía

La empatía está directamente relacionada con la inteligencia emocional. Significa tener la capacidad de ponerse en el lugar de otros. Esto conlleva la habilidad de comprender las necesidades y sentimientos de los demás y ajustar nuestra respuesta al contexto.

Cabe mencionar que las realidades multiculturales de nuestra sociedad son ahora mucho más desafiantes en este aspecto. Los individuos que logran establecer puntos de contacto con otros más allá de sus diferencias crean entornos de trabajo más productivos. Este ambiente de comunicación favorece la positividad y el compromiso de los empleados. Además, un líder empático se gana el respeto y confianza de sus subalternos y se convierte en un motivador.

Liderazgo

La capacidad de influir sobre otros y guiar la toma de decisiones son características intrínsecas al liderazgo. Esta habilidad se nutre de otras cualidades, como la empatía, las dotes comunicacionales y el trabajo en equipo.

Se suele creer que el líder es una figura exclusivamente gerencial, pero en realidad está presente en todos los niveles jerárquicos. Requiere visión de futuro y la capacidad de asumir como propios los retos de la organización.

Trabajo en equipo

Las organizaciones suelen fomentar el trabajo en equipo y apoyar el desarrollo de los empleados que saben utilizar esta habilidad. Apuestan a que, con su ejemplo, contribuyan a impulsar la colaboración y con ella se incremente la productividad. El razonamiento de base es muy simple: el trabajo compartido aligera las cargas individuales y favorece la especialización.

El trabajo en equipo es en realidad el resultado de la combinación de muchas de las habilidades interpersonales mencionadas. Quizás sea más exacto decir que entre ellas hay una relación simbiótica, pues se afectan mutuamente. El líder debe poseer habilidades de trabajo en equipo. Al mismo tiempo, el trabajo en equipo requiere un liderazgo. Otro tanto ocurre con la escucha activa y la empatía. Son habilidades que operan en conjunto para conseguir un objetivo.

Contexto para el desarrollo de habilidades interpersonales

Todas las actividades profesionales necesitan habilidades interpersonales, aunque puedan existir variaciones con respecto a su orden de importancia en función del tipo de trabajo. Asimismo, existen áreas en las que estas cualidades adquieren más relevancia. Algunas de las especialidades más exigentes son las que se encuentran a continuación.

Docente

La labor docente implica mucho más que la simple transmisión de conocimientos. El maestro moldea conductas. Es el responsable de motivar al alumno y guiar el proceso de enseñanza-aprendizaje. Es una tarea que requiere empatía, liderazgo y dotes comunicativas. Por otra parte, el maestro trabaja en equipo con los padres de los niños. Igualmente debe coordinarse con las entidades administrativas y directivas del centro educativo. En este sentido podría afirmarse que en esta área las habilidades interpersonales son tan importantes como las competencias profesionales.

Asistente administrativo

Resulta obvio que la confiabilidad es un requisito indispensable para quienes ocupan estas posiciones. Están al tanto de muchos pormenores de la empresa y en sus manos reposa el buen funcionamiento administrativo. Asimismo, son los voceros de la organización ante clientes y proveedores. Esto les delega la responsabilidad de mantener una comunicación transparente y fluida.

Enfermero

En el sector asistencial las enfermeras llevan sobre sus hombros la delicada tarea de atender a los pacientes. Las personas enfermas se sienten vulnerables y necesitan más que nunca comprensión y cuidados. Una respuesta empática y un trato amable pueden aminorar las molestias. Existe evidencia científica que respalda la relación entre las emociones y la salud física. Por ello, en este campo, esas habilidades interpersonales trascienden el plano moral y se convierten en una acción terapéutica más.

Gerentes de marketing

En general, cualquier cargo directivo lleva entrelazadas capacidades de liderazgo, toma de decisiones y trabajo en equipo. Dada su naturaleza y objetivo, el marketing es particularmente exigente en este sentido. Las tareas de marketing requieren identificar necesidades y motivaciones de los clientes o consumidores para ofrecer bienes o servicios que las satisfagan. Aquí estamos hablando de empatía. De igual forma, deben ser capaces de comunicarse de manera efectiva con los mercados para dar a conocer su producto o servicio, es decir, tener habilidades de comunicación.

Sus responsabilidades son multifuncionales, pues abarcan temas de finanzas, distribución y producción, por lo tanto, deben saber trabajar en equipo. Finalmente, como todo el que ocupa un cargo de responsabilidad, tienen que ser confiables y saber motivar a sus colaboradores.

Agente de servicio al cliente

Atender las quejas y reclamaciones de clientes molestos o responder sus dudas es un trabajo que requiere paciencia y empatía. Un empleado del área de servicio al cliente no puede dejarse llevar por la emoción. Muy por el contrario, tiene que dar un mensaje tranquilizador y seguro que restituya la confianza del cliente. Son muchas las horas de entrenamiento que estos trabajadores reciben para fortalecer sus habilidades interpersonales. Por eso, quienes tienen experiencia o pueden demostrar estas cualidades serán siempre la primera opción del empleador.

Cómo destacar tus habilidades interpersonales al solicitar empleo

Ahora que conoces la importancia de las habilidades interpersonales, comprenderás por qué es necesario saber evidenciarlas al solicitar un empleo.

Aprovecha todos los puntos de contacto para resaltar tus habilidades a lo largo del proceso. En tu CV, menciónalas y asegúrate de incluir las que sean más relevantes para el puesto.

La carta de presentación es un buen medio para extenderte un poco más en la explicación. Comenta cómo una determinada habilidad te ayudó a cumplir algún objetivo o menciona evaluaciones de empleadores o colegas anteriores. La idea es dar un marco concreto a esta cualidad que ayude al reclutador a comprender de qué manera ambos pueden constituir un activo valioso para la organización.

Por último, te aconsejamos utilizar la entrevista como una oportunidad para demostrar de forma práctica tus habilidades de escucha activa y aplicar las herramientas de la comunicación verbal y no verbal.